Después de más de 75 años de su servicio, los miembros de dos unidades militares secretas de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, conocidas como el Ejército Fantasma, finalmente fueron reconocidos con la Medalla de Oro del Congreso estadounidense. Estas unidades, compuestas por artistas de diversas disciplinas, desempeñaron un papel crucial en la victoria de los Aliados.
La historia de estas unidades se remonta a las raíces de la Primera Guerra Mundial, donde los artistas comenzaron a ser reconocidos por su capacidad para crear ilusiones ópticas y tácticas de camuflaje. Durante la Primera Guerra Mundial, figuras como Solomon J. Solomon y Norman Wilkinson destacaron por sus innovaciones en el camuflaje militar, utilizando técnicas artísticas para ocultar tropas y equipos de manera efectiva.
En la Segunda Guerra Mundial, la necesidad de tácticas de camuflaje y engaño se intensificó, y surgieron unidades especializadas como la Dirección de Camuflaje del Comando de Medio Oriente. Esta unidad, dirigida por Geoffrey Barkas y Tony Ayrton, reclutó a artistas, escenógrafos y diseñadores para desarrollar estrategias de engaño visual en el campo de batalla.
Uno de los logros más destacados de esta unidad fue durante la segunda Batalla de El Alamein, donde crearon un ejército ficticio y camuflaron las fuerzas reales para confundir al enemigo. Esta operación, que implicó la creación de tanques falsos y estructuras de camuflaje, desempeñó un papel crucial en la victoria de los Aliados.
La innovación y creatividad de estas unidades inspiraron al Ejército Fantasma de Estados Unidos, una fuerza especializada en engañar a los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Con más de 1,000 hombres, el Ejército Fantasma llevó a cabo operaciones de desinformación y camuflaje en toda Europa, utilizando técnicas como tanques inflables y tráfico de radio falso para confundir al enemigo.
Aunque las contribuciones del Ejército Fantasma permanecieron en gran parte desconocidas hasta 1996, su trabajo fue fundamental en la victoria final sobre Adolf Hitler y las fuerzas del Eje. Estas unidades demostraron el poder del engaño y la creatividad en el campo de batalla, y su legado continúa siendo una parte importante de la historia militar moderna.
