Hoy, sucede que cuando se quema un bosque nativo, una inmobiliaria puede obtener autorización para modificar la forma en que se usa la tierra e instalar un edificio en el lugar, lo que claramente es un incentivo perverso para incendiar un bosque.
Agencia Uno
Los incendios que vive el país nos obligan a revisar las urgencias en la agenda ambiental.
Si bien la prioridad ahora debe ser extinguir los incendios a toda costa, el hecho de haber ya perdido más de la mitad de las hectáreas que las consumidas en el año 2017 nos hace enfrentar una dura realidad: Chile no está haciendo lo suficiente para combatir los impactos del cambio climático. Por ello, es importante dar a conocer tres proyectos de ley que están aún en trámite en el Congreso Nacional.
El foco en materia socioambiental debe estar en cómo evitamos futuros incendios y cómo restauramos el bosque nativo perdido.
El primer proyecto de ley es uno que desincentiva los incendios intencionales al regular el cambio de uso de suelo (boletín13967-12 y otros).
Hoy, sucede que cuando se quema un bosque nativo, una inmobiliaria puede obtener autorización para modificar la forma en que se usa la tierra e instalar un edificio en el lugar, lo que claramente es un incentivo perverso para incendiar un bosque.
El gobierno además ya respalda este proyecto de ley, por lo que es de esperar que a comienzos de abril pueda estar aprobado, si tuviera una urgencia máxima en el Congreso Nacional.
El segundo proyecto de ley busca que los proyectos forestales se sometan a la evaluación de impacto ambiental (boletín 11696-12). Las plantaciones forestales hoy no cuentan con exigencias suficientes para asegurar que haya una buena planificación territorial o cortafuegos.
Por ejemplo, existen monocultivos de especies que propagan fácilmente incendios cerca de caminos y poblaciones, lo que a todas luces es es peligroso. Recordemos que el 60% de los incendios ocurre en la interfaz urbano-rural.
Por último, Chile aún tiene en trámite el proyecto de ley más importante en materia ambiental.
Se trata de la creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, conocido por sus siglas como «SBAP» (Boletín 9404-12). Mediante esta iniciativa, que lleva casi 10 años en trámite, se busca crear una agencia estatal que se dedicará exclusivamente a cuidar la naturaleza pero con una mirada ecológica moderna.
Esto es una gran diferencia con lo que ocurre hoy, en que la misma institución que tiene a su cargo la conservación de la naturaleza tiene también por misión incentivar las plantaciones forestales de pinos y eucaliptus, lo que claramente es contradictorio con una adecuada restauración del bosque nativo que se ha quemado, bosques que son fundamentales para enfrentar los efectos de la crisis climática.
Si de verdad queremos hacernos cargo de nuestra realidad climática, es fundamental aprobar con rapidez estos proyectos de ley que permiten avanzar en la agenda ambiental, evitar futuros incendios que tanto daño hacen a nuestras comunidades rurales y restaurar parte del daño generado.
