HÉCTOR CASTELLETTO

Avatar Esteban Contreras | noviembre 16, 2023 0 Likes 0 Ratings

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HÉCTOR CASTELLETTO “ABOGADO”

EL SISTEMA DE JURADOS, LO QUE CHILE NECESITA.
Héctor Castelletto Tassara, abogado.
Ahora que estamos en proceso de darnos una nueva constitución, es importante revisar aspectos de nuestro sistema judicial.

En el ámbito de la legislación penal, el sistema de jurados, estimo, va en la dirección correcta de lo que la mayoría de los chilenos queremos para Chile.  Implica la existencia de un órgano colegiado, elegido especialmente y al azar para cada caso, que presentadas las pruebas y escuchado los alegatos de las partes en la forma legal, determina la inocencia o culpabilidad del imputado. Determinada la culpabilidad por el jurado, la pena es definida por el juez conforme a las normas existentes de aplicación de la misma. Realizada su labor, el jurado se disuelve.

Así, el procedimiento es más cercano, en cierta forma “democratiza” la justicia, en un procedimiento mixto en que, en un aspecto muy relevante, definir la culpabilidad o inocencia, es realizado por la gente.

El sistema de jurados tiene su fundamento en que todos los seres humanos somos capaces de discernir lo que es justo, aunque no haya un dominio de las formas. Así, mejora sustancialmente el actual proceso ya que la determinación de la culpabilidad es realizada por el jurado. Ello aparece como sustancialmente mejor que el sistema actual, en que dicha labor es realizada por el juez, un funcionario profesional pagado, muy expuesto a la extorsión de las organizaciones criminales, siempre sometido a presiones sobre su persona,  familia, bienes, en un entorno de una delincuencia  cada vez más organizada y poderosa, cuyo trabajo es sentenciar, y que percibimos, aunque en la gran mayoría de los casos no sea efectivo,  forma parte de la élite, de los órganos de poder, de la fronda aristocrática  que se auto protege.

En el sistema de Jurados, es el jurado quien determina la inocencia o culpabilidad del imputado, al juez se le reserva la labor técnica de determinar la pena conforme al mérito del proceso cuando el jurado declara al imputado culpable.

El jurado ESTÁ CONFORMADO POR PERSONAS COMUNES Y CORRIENTES. Es la manifestación palmaria de la igualdad ante la ley, del fin del clasismo, porque no es raro que el funcionario del departamento de aseo municipal, o el zapatero, o quien ejerce un modesto oficio, es juez como parte de un jurado y le corresponde determinar la culpabilidad o inocencia de un gran empresario, de un político o de un importante funcionario.

Se destaca que el sistema de jurados dificulta la existencia de “máquinas” en el sistema, ya que el juez (jurado) cambia en cada caso.

Mi impresión es que necesitamos un sistema de jurados para que los chilenos nos reconciliemos con nuestro sistema judicial y volvamos a confiar en nuestra judicatura.

El sistema de jurados tiene un saludable efecto en la conciencia ciudadana en cuanto a que todos somos importantes, todos somos iguales ante la ley. Produce una saludable sensación de pertenencia, cohesiona el tejido social, es un deber ciudadano, como el concurrir como testigo, votar, ser vocal de mesa… cohesiona a la ciudadanía en torno a una pertenencia en torno a la idea de nación.   Nos acerca al ideal de la experiencia que tuve en España en otro ámbito, en que, invitado a la paella anual de los funcionarios de un hospital, todos se trataban por su nombre de pila y no pude distinguir a los médicos de los funcionarios encargados de la lavandería.

El sistema de jurados nos hermana, nos acerca a todos como chilenos, nos hace comprender que todos somos importantes, que, para poder ejercer el trabajo de importante jurisconsulto, necesito una importante asistente que cuide de los niños en casa.   (Nunca más, “devuélvete a tu pobla, mejor”)
Estamos muy lejos del ideal, pero este sería un paso importante en la dirección correcta.

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