- Así lo señala un estudio de una entidad especializada en que la Municipalidad de Viña del Mar tiene las facultades para congelar los permisos de edificación
El avance de la urbanización en Viña del Mar alcanzó ya el 83% de la superficie dunar, que no pertenece a la zona declarada Santuario de la Naturaleza, lo que indica que existe un 17% restante de terreno disponible que permitiría la construcción de 79 mil metros cuadrados de edificios, lo que equivale a habilitar 1.022 departamentos nuevos con un potencial inmobiliario de 235 millones de dólares, todo de acuerdo a las normas actuales del Plan Regulador Comunal.
Así lo revela un estudio realizado por la oficina de urbanismo ATISBA del arquitecto Iván Poduje, ante lo cual recomienda restringir al máximo el potencial de construcción que resta en las dunas “dadas las condiciones de ser una zona absolutamente sobrecargada, en un loteo que reventó prácticamente el sector legitimado por una norma completamente laxa”.
El experto expresó además que “la Municipalidad de Viña del Mar tiene las facultades para anular cualquier posibilidad de que se puedan concretar nuevas obras en la zona en cuestión y que todo depende exclusivamente de la voluntad política de la alcaldesa”.
Para ello la autoridad puede anunciar y determinar el congelamiento de los permisos de edificación por tres meses, con la posibilidad de que la decisión se prorrogue a un año.
También el estudio señala la necesidad de introducir modificación al Plan Regulador Comunal.
Un proceso asó podría tardar un año como fue en el caso de Recreo, Santa Julia y Gómez Carreño, es decir, es un procedimiento rápido si hay voluntad política.
Finalmente la recomendación es que no se puede construir más en las dunas y que ese potencial inmobiliario que detectó esta oficina no debe concretarse, dadas las condiciones que existen hoy día en el sector, los riesgos que se han visto y dadas las características que tiene ese lugar.
Se lamenta la situación legal en que se encuentran los propietarios de los departamentos ubicados en la zona de Cochoa, aunque también es la responsabilidad de ellos de haber hecho ese desarrollo reventando absolutamente las normas.