- Ganó 560 carreras en su trayectoria y hoy está agradecido de Dios por estar con vida
Después de soportar numerosos costalazos producto de las caídas en plena carrera, determinó, que de un día para otro Víctor Orias Lobos, dejara de ser jinete para convertirse en cuidador de caballos.
Fue jinete desde el año 1987 hasta 2914, cuando un día decidió congelar la patente de montador de caballos para dedicarse al cuidado de los finasangres.
Para Orias, es seguir en lo mismo: “Corrí desde los 25 años hasta los 40 aproximadamente. Gané 560 carreras y yo quedé muy conforme con lo que hice. Yo quedé agradecido y contento con mi trayectoria. Y ahora que estoy cuidando caballos, me siento igualmente ligado a la hípica, es como si estuviera en esta actividad desde el tiempo que era jinete”.
Consultado por las razones específicas por las cuales dejó de ser jinete dijo que “los costalazos contribuyeron un poquito. De afuera se ve muy bonita la hípica, pero adentro, es otra cosa; hay que estar ahí. Yo completé un ciclo muy bonito. Estoy agradecido de Dios porque fueron tantos los costalazos, que todavía los puedo contar. Fueron varias las caídas y sigo aquí en lo mismo. Ser cuidador es como estar en lo mismo, que es la hípica”.