Desalinización: ¿el futuro del agua?

desal-plant-full
🔊 Escuchar La Noticia >

Desalinización: ¿el futuro del agua?

Contar con un suministro de agua seguro y de calidad es esencial para el bienestar socioeconómico de hoy y del futuro. Las innovaciones tecnológicas que ofrecen agua potable de calidad son fundamentales para el crecimiento regional, un desarrollo económico próspero y un estado general de paz.

Con más de 18.000 plantas en más de 150 países a nivel mundial, la desalinización se está convirtiendo en una de las principales fuentes de agua potable. Más de 300 millones de personas dependen de estas plantas para fines municipales, industriales y agrícolas. En la actualidad, alrededor de la mitad de toda el agua desalinizada se produce en Medio Oriente y África del Norte.

En los últimos años, América Latina y el Caribe (ALC) se convirtió en uno de los mayores mercados emergentes de desalinización. Desde 2020, en el continente existen 30 plantas y planea invertir más de US$25 millones en proyectos futuros. Chile, país que ya cuenta con 18 plantas establecidas, tiene previsto construir la mayor planta desalinizadora alimentada por energía solar de toda América Latina en el desierto de Atacama, para abastecer la demanda de agua para la minería y el consumo humano. Perú utiliza el agua de sus cinco plantas para fines agrícolas, industriales y de consumo humano. Existen plantas también en México (5), Colombia (2) y Argentina (1).

No obstante, la región está lejos de haber alcanzado el acceso universal al agua potable. De acuerdo a un informe de 2010, por año en ALC más de 12.000 niños y niñas menores de 5 años, mueren a causa de enfermedades diuréticas tras haber consumido agua contaminada. De hecho, a pesar de que ALC alberga a más del 30% de los recursos de agua dulce del planeta y solamente el 8% de la población mundial, muchos países aún sufren escasez de agua. La sequía extendida en América Central fomenta la emigración masiva. En México, la población sufre con frecuencia el desabastecimiento de agua, especialmente en el sudeste del país. Entre 2012 y 2015, Brasil sufrió la peor sequía en casi un siglo. La mayor reserva de agua de São Paolo, una ciudad con 22 millones de habitantes, perdió el 75% de su capacidad entre 2014 y 2015. Y la lista continúa…

Aún sin la presión adicional que aportan las sequías, una familia de bajos recursos típicamente paga entre 1,5 y 2,8 veces más por el agua que sus contrapartes más adineradas. Con frecuencia, las comunidades rurales cuentan con camiones de agua y agua embotellada, ya que no están conectadas a las redes de agua corriente. En toda América Latina y el Caribe, 77 millones de personas aún carecen de acceso a agua potable.

Israel: un caso exitoso

Por su ubicación desértica, Israel debe lidiar con escasez de recursos hídricos naturales como también con condiciones climáticas extremas. Por lo tanto, el país debe gestionar su escasez de agua para compensarla durante los períodos de sequía. El gobierno emplea tres estrategias para abordar la escasez de agua: exigir mitigación, reutilizar aguas residuales tratadas y desalinizar. En Israel, existen campañas educativas para promover mejores prácticas de ahorro de agua; el 85% de las aguas residuales tratadas se utiliza para riego; y el 75% del agua de uso municipal proviene de la desalinización.

El país es actualmente considerado un líder mundial en desalinización. En la década de 1970, Tahal, la empresa estatal de ingeniería a cargo de la planificación hídrica, lanzó un plan nacional de desalinización. Hoy en día, cinco enormes plantas desalinizadoras aportan alrededor del 70% del agua potable del país. Algunas de estas instalaciones se encuentran entre las mayores del mundo. El gobierno apoya la innovación privada así como las asociaciones público-privadas a través de incubadoras. Los servicios municipales reciben subsidios para ensayos de nuevas ideas en el mundo real. Cuando una tecnología nueva demuestra ser exitosa en un sistema urbano, se procede rápidamente a su adopción por parte de otras empresas de agua. También se emplean modelos de simulación para reducir incertidumbres en relación con la gestión hídrica. Por lo tanto, Israel se encuentra a la vanguardia de la innovación en tecnología hídrica, manteniendo al país escaso de agua provisto de agua fiable y de calidad.

Desalinización: desafíos y oportunidades

La desalinización no es una solución libre de sus propios desafíos. Los elevados costos de producción y transporte limitan sus beneficios en áreas rurales dispersas. La eficiencia energética continúa siendo uno de los mayores problemas de las plantas de desalinización. Los costos eléctricos representan entre el 35 y el 50% de sus costos operativos totales. Las emisiones de gases del efecto invernadero y aguas residuales saladas generadas por las plantas desalinizadoras, tienen un impacto ambiental negativo.

Afortunadamente, varias organizaciones buscan maneras de superar estas dificultades. Las tecnologías inteligentes, como el Blockchain, big data, la inteligencia artificial y el machine learning han demostrado elevar la rentabilidad operativa, mejorar la eficiencia energética y reducir la huella de carbono de las plantas de desalinización. ACCIONA es un líder global en soluciones hídricas que apoya y promueve la adopción de estas nuevas tecnologías para avanzar hacia la digitalización del agua. Almar Water Solutions ofrece capacidad técnica y herramientas financieras para favorecer el desarrollo de plantas desalinizadoras en todo el mundo. Su asesoría técnica ayuda a que gobiernos y empresas gestionen sus costos.

De modo similar, Remote Waters acerca el agua desalinizada a zonas necesitadas. Sus plantas desalinizadoras de pequeña escala, alimentadas por energía solar, procuran cerrar la brecha entre aquellos que cuentan con acceso a agua potable corriente y quienes dependen de camiones distribuidores de agua o agua embotellada, en comunidades costeras. El emprendimiento E-METS, desarrolló un novedoso y premiado sistema de desalinización que utiliza un sistema de bajo calor, reduciendo los costos eléctricos y la descarga de aguas residuales industriales. Al lograr que la desalinización se vuelva más sostenible y asequible, estos avances pueden tener un impacto positivo profundo sobre los recursos hídricos mundiales, lo que, a su vez, podría ayudar a reducir desigualdades y mejorar vidas. El Banco Interamericano de Desarrollo incorpora la innovación a los servicios de agua.

Por Raphaelle Ortiz, consultora, Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Este contenido fue publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo y puede ver el original aquí.

Yasmin Delgado

Otras Noticias