GESTIÓN DE DATOS Y LA EXPERIENCIA DE LA LEY FINTECH

Gestión de datos: Primero las fintech ¿y el resto qué?

La reciente aprobación de la Ley Fintech, que establece la regulación de los servicios financieros a partir de nuevas tecnologías, es una buena noticia de cara a los usuarios, pero también supone un desafío a la hora de resguardar datos y, en consecuencia, plantea la necesidad de desarrollar mejor capital humano en esta materia.

 

Ese ejemplo de modernización pronto deberá aplicarse a otras industrias clave, como la expansión del 5G, cuya gestión de información y trazabilidad de datos se incrementará respecto al uso actual de las telecomunicaciones. Sin embargo, es importante que existan estándares y personal capacitado para operar tecnología en materia de procesos y administración de información, lo que hoy no siempre ocurre.

 

Adicionalmente, esta necesidad debe entenderse como imperativa no sólo en sectores recientemente regulados o en proceso de expansión, sino también en distintos niveles de empresas, las cuales deben contar con estrictos parámetros de calidad.

 

Es relevante hacer un llamado, tanto al sector privado como a organismos del Estado, para trabajar de manera conjunta en la Política Nacional de Gobernanza de Datos, que permita diagnosticar los ámbitos en que es clave equiparar la cancha, con una visión de futuro. Esto, ya sea en minería y sus proyectos de sustentabilidad de cara a comunidades; el desarrollo del comercio y servicios de logística frente a los consumidores; o por qué no, en la generación de políticas públicas y la medición de su real impacto, algo que podría ser atingente en el contexto de la próxima discusión presupuestaria y su adecuada ejecución. 

 

El reciente lanzamiento por parte de la División de Gobierno Digital, de una unidad de gestión de datos, y la creación de una Guía para la Formulación ética de proyectos de inteligencia artificial, es una buena noticia, pero sería importante que este tipo de innovaciones generen interés a una escala más alta y cuenten con respaldo político y sectorial, además de potenciar su difusión. 

 

Si este margen de mejora además se entrecruza con proyecciones económicas poco auspiciosas para 2023, es clave eficientar la manera en que estamos tomando decisiones, porque en un periodo de recesión existe la tentación de disminuir recursos en capacitación y adopción de nuevas tecnologías, lo que en el mediano y largo plazo puede resultar fatal.

 

En este último trimestre, que suele ser de balances y proyecciones, los organismos y sus áreas técnicas deben considerar estos espacios de perfeccionamiento, tanto para planificar la continuidad operacional de sus procesos, como para enfrentar desafíos complejos en medio de un escenario social, político y económico incierto. 

 

Hoy más que nunca necesitamos una modernización en la manera de hacer las cosas, pues en medio de un proceso de transformación digital vertiginoso, los rezagos pueden ser difíciles de sortear. Lo importante es actuar con prontitud y comprender que, mejores procesos y capacidades tienden a facilitar el alcance de metas, aunque en medio de un clima adverso y difícil de controlar, eso no sea fácilmente apreciable. 


Vivien Piddo Gattas, fundadora y gerenta general de UpSociative

Yasmin Delgado

Otras Noticias