- Por sólo llegar a esta fase, las tres iniciativas obtienen una mentoría personalizada de 6 meses y entran en tierra derecha para disputar el premio de $10.000.000 destinado al ganador.
Más de 750 iniciativas respondieron a la convocatoria para participar en Nada Nos Detiene “Es Local”, que invitó a todos los emprendedores que tuvieran productos diseñados, confeccionados y/o producidos en Chile con materia prima local o extranjera. De ellos, 30 pasaron a segunda fase e iniciaron un proceso educativo para adquirir herramientas que les permitan potenciar y escalar sus negocios. Ahora, 3 de ellos fueron seleccionados para la gran final y entran en tierra derecha para llevarse los $10.000.000 destinados al ganador.
La primera iniciativa finalista es de la Región de Valparaíso. Se trata de Kuma Pora, emprendimiento de agricultores que elabora un snack de chips de camote en diversos tamaños, donde ellos mismos plantan, cosechan, lavan, pican, fríen y envasan su producto. Su dueña es Cecilia Burns, quien explica que “cuando no hay cosecha en nuestra granja, compramos de otros agricultores, privilegiando a productores locales para apoyar el ecosistema económico en el que estamos insertos”. Por otra parte, Burns señala que los paquetes con los que envasan sus productos son reciclables y funcionan bien para elaborar eco-ladrillos y también reciclan el aceite que utilizan, buscando de esta manera, reducir el impacto ambiental en su modelo productivo. De resultar ganadora, Cecilia aspira a “ampliar la gama de productos, introduciendo más snacks y derivados del campo”.
El segundo emprendimiento finalista es Tapper-Bee, iniciativa de la Región Metropolitana dedicada a la elaboración de telas de algodón impregnadas de cera de abejas. Paulette Boisset es una de las dos socias que dieron vida a este negocio, con el cual “buscamos dejar una huella positiva en el medio ambiente, reduciendo el uso del plástico de un solo uso, específicamente del film plástico de uso alimentario. Para esto impregnamos, en forma artesanal, telas 100% algodón, con una fórmula natural que le otorga propiedades específicas. Esta “poción bee”, que cuenta certificación ISO 20743, hace que sea antibacteriano, antiséptico y moldeable con las manos.”, comenta Paulette.
La tela tiene una medida única de 34 cm x 1,40 mt, y puede cortarse y usarse según las necesidades de cada persona para envolver directamente los alimentos o tapar diferentes fuentes. Además, “como el mejor residuo es el que no se genera, el packaging de Tapper-bee, al igual que su tela, es compostable. Además, con el descarte de otras empresas es con lo que generamos el envase de Tapper-bee, consistente en un tubo de cartón que lleva impresa las indicaciones de uso y cuidados, con tinta al agua en un papel adhesivo activado con agua, eco amigable, reciclable y compostable.” explica Boisset.
La última iniciativa seleccionada para participar en la final es Moshi Moshi Lamps, que en palabras de su manager de Producción, Paulina Muena, “es la marca chilena pionera en el diseño y fabricación de lámparas de papel mineral inspiradas en la técnica del origami. Nuestra propuesta de diseño nace desde la mirada latinoamericana y chilena al incorporar materiales representativos como el cobre y maderas nativas, junto a diseños inspirados en la flora nacional elaboradas con stone paper, un papel mineral resistente y lavable, además de ecológico, lo que se traduce en durabilidad y resistencia, características que el papel de celulosa no ofrece”.
Muena explica que “dentro del mercado nacional de luminarias de papel plegado a mano, nos diferenciamos en el ámbito productivo, ya que hemos sistematizado nuestros procesos, integrando faenas semi-industriales e incorporando fichas técnicas de cada modelo, permitiendo la capacitación profesional de colaboradores en el área de fabricación y fomentando la escalabilidad del emprendimiento en el ámbito productivo y en la oportunidad de generar empleo en el área de plegado profesional”.
Ahora, las tres finalistas se preparan para encontrarse en la gran final, donde tendrán que presentar sus respectivos pitch ante un jurado que tendrá la difícil misión de elegir al ganador. Cabe destacar que los otros dos finalistas no se irán con las manos vacías, pues se llevarán un premio de $1.000.000 cada uno.