A nivel internacional más de 379 millones de personas hablan inglés como idioma nativo. Se calcula que, en el planeta, alrededor de 1.350 millones de personas ocupan el inglés a diario. Es el idioma más utilizado en la ciencia, la tecnología, en internet y en las universidades, donde millones de estudiantes acceden al conocimiento a través de este idioma, también conocido como la lengua universal. En la actualidad, el 25% de los empleos en el mundo tienen como requisito hablar inglés de manera fluida.

¿Existe alguna edad ideal para aprender inglés? ¿Hay técnicas más efectivas para dominar este idioma? ¿Cuáles son las principales ventajas de saber hablarlo?

Sobre la primera pregunta, la profesora del Departamento de Inglés de la UNAB, Sede Viña del Mar, Verónica Valdivia, expresa que “siempre la mejor edad va a ser cuando niño o muy joven, ya que el aprendizaje se torna más difícil a medida que envejecemos. Esto se debe especialmente a que -pese a que todos los seres humanos nacemos con la capacidad infinita de hablar otros idiomas- es a la edad de los 18 años que el cerebro comienza a volverse menos adaptable y resistente a los cambios”.

La profesora de la carrera del Departamento de Inglés de la UNAB, Sede Viña del Mar, Inés Hortal planteó que “mientras más joven se expone a una persona a otro idioma, más rápido podrá adquirir una segunda lengua o una lengua extranjera. Ahora bien, no podemos obviar el hecho de que una persona adulta, puede aprender perfectamente debido a que tiene clara la necesidad y objetivo para aprender un segundo idioma. Personalmente, creo que no hay una mejor edad porque esto limita definitivamente un proceso de enseñanza-aprendizaje”.

DESAFÍOS PARA EL SISTEMA EDUCATIVO

 

Sobre los desafíos que tiene nuestro país para avanzar hacia una mejor enseñanza y comprensión del inglés, el académico de la carrera de Pedagogía en Inglés de la UNAB, Sede Viña del Mar, Jaime Pizarro, advierte que el camino para que nuestros jóvenes puedan hablar este idioma con fluidez es largo, pues muchos factores entran en juego. “Por un lado, existen viejas tendencias en la educación para enseñar a nuestros jóvenes la gramática del idioma más que a comunicarse en este idioma. Una analogía sería, por ejemplo, creer que enseñando las reglas del tránsito o un poco de mecánica básica es suficiente para que esta persona aprenda a manejar un vehículo”, añadió.

“Por otro lado, el acceso a internet para todos los jóvenes puede marcar un antes y un después. Entendemos que la mayor parte de la información la encontramos en inglés. Sin embargo, el solo hecho de tener acceso a internet, no garantiza que los alumnos puedan mejorar en el manejo del idioma. Allí es donde el profesor entra a la cancha siendo un guía y facilitador del aprendizaje. Vale decir, es su responsabilidad tornar la información casi infinita que encontramos en la Web, en eventos significativos de aprendizaje”, precisó.

En esta misma línea, la profesora Inés Hortal agrega que el primer desafío es avanzar para que Chile sea un país bilingüe, lo que hasta el momento no se ha logrado, pues deben modificarse planes y programas en cuanto a las horas de inglés, favorecer el tema de la inclusión y la cantidad de docentes del idioma que tenga un establecimiento.

“Se requiere motivar a los docentes que no aceptan nuevos desafíos a utilizar e implementar nuevas estrategias en el aula, tanto en aspectos de la enseñanza misma como la evaluación. Si uno conversa con profesores de educación municipal, lo primero que van a responder es que con 40 o 45 alumnos es imposible conseguir los aprendizajes esperados o realizar las actividades pertinentes para el logro de estos aprendizajes. En resumen, creo que no se trata del incentivo, sino de cómo organizo y cómo creo comunidades de aprendizajes para hacer más efectivo el proceso”, indicó la académica.

Al respecto, la profesora Verónica Valdivia propone que lo primero es entender que el inglés en nuestro país es una lengua extranjera, no una segunda lengua. “Esto permitirá adaptar el enfoque a algo similar a los programas creados en Estados Unidos para sus comunidades migrantes, en los cuales se incorpora contenido relevante para las experiencias diarias de los estudiantes, dando significado al aprendizaje”, explicó.

OPCIONES PARA MEJORAR EL INGLÉS

 ¿Cuáles son las mejores alternativas para aprender inglés y reforzarlo a diario? Los académicos proponen: ver películas en inglés (con subtítulos en inglés), leer noticias en inglés, escuchar podcast en inglés, seguir canales especializados en YouTube (Woodward English), usar diccionarios en línea y escuchar canciones en inglés. Para mejorar la pronunciación es bueno grabarse y escucharse, hoy existen diversas aplicaciones y páginas en internet que permite mejorar el acento.

“Si estoy en el aula, aprovechar todas las instancias de actividades orales, no importa cuántas veces me equivoque, esto servirá para corregir. Si estoy fuera del aula, aprovechar cualquier oportunidad de interacción con un hablante nativo o con otra persona que tenga también el interés de aprender. Practicar, también escribir textos cortos, porque a diferencia del español, el orden de la oración es importante. Como decía una profesora: cuando sueñes en inglés es que el proceso ya está siendo exitoso”, concluye la profesora Inés Hortal.

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Buen trabajo

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